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viernes, 27 de diciembre de 2013

De las extrañas circunstancias de la vida



Hace unos días cayó algo encima de mi cabeza, se trataba de un globo de helio de los que se venden en las ferias. Pensé en que sería simple casualidad, procedería de alguna fiesta de pueblo cercana aunque lo extraño era que unido a él pendía la mano tierna de un niño. Ayer otro globo de helio de los que se venden en las ferias, con su mano tierna, volvió a golpear mi cabeza y esto ya no podía ser fruto del azar. Hoy llevo todo el tiempo mirando al cielo. No dejo de pensar en esos niños sin globos, sin manos. 

4 comentarios:

Laura dijo...

Buf! durísimo este micro, ¡madre mía!

Si las circustancias de la vida hicieran que me cayera una mano atada a un globo...creo que correría por todas las calles con la mano y el globo buscando a su dueño...

Lo has contado de una forma mágica, en la que el hecho inverosimil cobra realidad apenas sin darme cuenta.

Gracias por tu apoyo, y feliz 2014 (sin globos, please :) !!!!

@lorenzodrubio dijo...

Creía que solo a iba a ser un micro tierno hasta que he visto caer del cielo no albóndigas, sino manos de niños!

Mei Morán dijo...

Dura metáfora. Y, sin embargo, se palpa ternura.
Feliz 2014, David!

Juan dijo...

Micro según se mire duro y tierno, tierno y duro. Esconde más de lo que muestra, nos lleva como si nada a un terreno de niños sin globos, sin manos y qué sé yo sin qué más. Ahí queda. Saludos

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microSeñales de Humo por David Moreno se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.